12 jul 2017

ABRIR EL CORAZÓN AL AMOR


Aquí me tienes Señor, con vida gracias a tí, aún sigo en la tierra; esperanzada en que el bien, que sólo de Ti nos viene, venza al mal que nos asecha; que trata de alejarnos y hundirnnos en la inmundicia del pecado.

Fuente de vida y amor; rocíanos con tu sabíduría, ten misericordia de nosotros tus hijos; no nos apartes tu mirada y condúcenos... levántanos, sostennos en tu verdad en todo momento.

Es frágil nuestro pensamiento, es débil nuestra carne, aún cuando está pronto el espíritu, Tú que te hiciste uno de nosotros no fuiste como nosotros, tu esencia es luz, pureza, amor y verdad, todo lo llenas, nada es tan indispensable que tu santa presencia, que tu amor, que tu sólo ser vivo que nada deja en vacío.

No conozco el futuro y es mejor no saberlo, tengo esperanza, tengo sueños, tengo ganas de luchar, pero por Ti, por agradarte a Ti. El sólo hecho de lograrlo y acercarme cada día más a Tí ya me alegra tanto los días. No quiero dejarme vencer en este sagrado anhelo.

La semilla de la fe va creciendo y quiero dar fruto, la semilla del amor se esparce poco a poco y tan sólo quiero, mirar como tú miras, sin ningún prejuicio, sin ningún egoísmo, sin intereses mezquinos, en completa libertad; dame un corazón ¡Oh Dios!, grande para amar, dame un corazón fuerte y suave a la vez, que sea tu paz la que inunde mi ser para llevarte y darte a conocer por donde tu me lleves.

No puede, ni quiere; mi vida apartarte ni un sólo segundo, no soy, no soy más que tu instrumento, tan inútil sin Ti... pero que a medida que se abandona y te deja obrar, es más útil. Mi corazón es tan feliz cuando te tiene y sintiéndote es como alcanza su plenitud. 

Gracias, eternamente gracias Papito Dios, por estar conmigo y por darte a nosotros. Eres el AMOR.

Manaveliza