¿Qué tienes que esconder?... ¿Qué tienes que temer?…
No te aferres a nada, vive… ama, sonríe… lucha sin jamás darte por vencida/o. ¿Sientes el amor?, no dejes de sentirlo, pero más que sentirlo comienza a vivirlo…
¿Porque estás aquí?...
No pierdas tiempo, empieza a construir esos tus sueños, camina segura/o, porque Dios te acompaña y te tiene de la mano… abandónate totalmente, deja que Él moldee tus formas y haga su obra maestra, déjale vivir en ti.
Perdóname Señor por olvidarte… contigo soy feliz… todo lo tengo y nada me hace falta… más ahora Tú me haces falta, descuidé mi corazón y en él no te encuentro… perdóname Señor ¡qué mal he hecho! ¡Qué hipócrita soy! con quien menos debo, contigo… de quién sólo me acuerdo cuando estoy en líos… perdóname Tú, que estás en todas partes y quise encerrarte en un solo cuerpo… ¡qué absurdo!, ¡qué tonta me siento! ¡Qué torpe!... me tomé el tiempo que me diste en mis conveniencias, y en buscar he descuidado lo que me llenaba… vuelve a ocupar tu lugar… el primero en mi vida, el que solo Tú puedes llenar… vuelve pronto a mí, que es imposible vivir sin Ti. Perdóname, aunque no lo merezca perdóname.
No quiero nada en la vida, más que dejar que Tú inundes la mía… déjame experimentar la saciedad de saber que en mi te encuentras y me mueves, de saber que todo lo he ganado al decidir perder lo que el mundo ofrece… éste mundo que engaña fácilmente, a quien cree tenerte y no te tiene. Eres el amor que alegra mi corazón y le da vida a mi vida… no te escapes de mí… es al revés, no permitas que me escape de Ti… que Tú, perfecto amor, no haces mal… soy yo la que no me dejo amar, la que se empeña en vaciarse, en alejarse, en buscar amar sin amarse, en limitarse, en el capricho insano y vano de no depender de Ti, creando un espacio sin Ti… pese a conocer perfectamente que la vida que me diste no es vida sin Ti.
No le hagas caso al capricho de mi voluntad... sólo enséñale a mi corazón a amar
manaveliza
