Y yo me quedé esperando…
Porque no imaginé, que quien me responde así
No eran ellos, eras Tú
Y yo me quedé esperando…
Porque no entendí, que quien me ama así
No eran ellos, eras Tú
Y yo me quedé esperando…
Porque no admití, que quien me llena así
No eran ellos, eras Tú
Y yo me quedé esperando…
Porque no escuche, que quien me habla así
No eran ellos, eras Tú
Y yo me quedé esperando…
Porque no creí, que mi felicidad eterna
No eran ellos, eras Tú
Y no me quedé esperando…
Porque después de todo, a quien buscaba yo
No era a ellos… era a Ti
¿Qué hay en este mundo? que sea mío;
¿Qué hay mejor en mí? que no sea tuyo;
Todo lo contienes… nada me concierne,
Yo estoy aquí… porque Tú quieres.
manaveliza
Precioso, como todo el blog que acabo de descubrir. Con tu permiso te sigo. Un saludo afectuoso
ResponderEliminarGracias...
ResponderEliminarSabes, yo siempre digo que las letras cuando no hay quien las lea están muertas... cobran vida cuando el corazón humano las acoge dejando que el amor con que nacieron les abrace, les aliente, les devuelva la esperanza o les transforme... por eso en ti agradezco a todos quienes visitan y dedican tiempo a leer mis escritos... ustedes mis amables lectores, son lo verdaderamente importante en este sitio...
De corazón a corazón,
te dejo mis saludos...
Bienvenido :-)
Es lindo, Manaveliza...
ResponderEliminar... Emanado desde ese silencio...
... El silencio del corazón...
Me encantó!... me encantó!
... Que tengas un día lindo!
Un abrazo.
Recibo tu abrazo... fuerte como el de un oso :-)
ResponderEliminaragradezco una vez más tu visita
me alegra que te haya gustado esta entrada, a mi también me encanta y la imagen... ayuda mucho a comprender su contenido ¿verdad?
"El amor de Dios es tan grande" que sólo nos toca dejarnos amar y aprender a amar de esa manera... sin buscar tantas explicaciones, pues la grandeza de Dios sobrepasa nuestro entendimiento...
Y yo no me puedo quedar esperando...,
no puedo estancarme... debo intentar ver las cosas de manera distinta y reconocer que de sus manos lo he recibido todo... y nada absolutamente nada me pertenece.
No puedo esperar a recibir más, debo empezar a dar... mis manos podrían estar muy llenas ya!... debo intentarlo.
A veces lo que queremos no lo conseguimos porque antes de tenerlo incluso, nos aferramos y tememos perderlo. Y es allí cuando me digo ¿acaso yo puedo comprar una vida?... ¿podría comprar mi propia vida?, definitivamente ¿que somos sin Dios?... ¿qué podríamos hacer sin Él?... nada
A Él sea la gloria por siempre y para siempre
Espero no te moleste mi comentario extenso, pero se que hay muchos que pueden encontrarse con este sitio más que por error por acierto... y quisiera poder hablarles a todos de corazón a corazón...
Desde este rinconcito... mi saludo cariñoso
¡Que estés muy bien! Iván